miércoles, 2 de diciembre de 2015

La boda de Andrea y Dani.

Esta será una de las bodas más especiales que podremos publicar en Del Verbo Invitar. Andrea es una de nuestras amigas, la conocemos muy pero que muy bien y sabemos lo feliz que fue el día de su boda, su esperada verbena y su deseado 13J.


Conoció a Dani hace 4 años, unos meses antes de marcharse a terminar sus estudios en Milán. Sus amigas todavía recuerdan la conversación en la que afirmaba que estaba segura de que él era el hombre de su vida. “Me casaré en el 2015, el 13 de junio, y tendré un Bulldog francés que se llame Gumersindo, Gumer para los amigos”, decía. A día de hoy, podemos confirmar que todos sus sueños, se han hecho realidad.



Andrea y Dani se casaron el pasado 13 de junio, en la Concatedral San Nicolás de Bari, en Alicante. Desde el primer momento apostó por un vestido confeccionado a medida. No quería grandes firmas, por lo que recorrió toda la ciudad buscando las personas que pudieran plasmar en él su personalidad. Es indecisa y cada vez que la imaginamos en el taller de los Hermanos Santon, no podíamos evitar la risa de estar seguras de que había hecho alguna nueva modificación. Adora el plumeti, en todas sus versiones, por lo que para ese día eligió un vestido elaborado con gasa de seda, plumeti y encaje. Llevaba un tocado personalizado en plata vieja de Tocados Le Touquet junto a un sencillo velo de tul de seda, con admirable caída.







Se vistió en casa de sus padres, quiénes también derrochaban pura elegancia. Su padre, dedicado a la sastrería masculina, llevaba un chaqué hecho a medida, elaborado por uno de sus compañeros, con chaleco cruzado y camisa personalizada. Mientras su madre eligió un original vestido con abrigo, de la firma alicantina No Te Nom.






Tanto del ramo como de la decoración, se encargó Chitina, a quién Andrea le dio libertad absoluta para que decorara todos los rincones de su boda que pudiera imaginar.






Por su parte, Dani llegó hasta al altar vestido con uniforme de gala, arropado por todos sus compañeros, quiénes más tarde realizaron el impresionante pasillo de sables, obedeciendo las órdenes de un mando superior.






Para hacer del día un recuerdo inolvidable, celebraron el convite posterior en el campo de golf de uno de sus amigos: El Plantío Golf Resort, un espacio único rodeado de naturaleza. Con restaurante propio, pudieron disfrutar de un largo cóctel y una entretenida cena, cambiando los planes hasta el último momento, ya que a pesar del buenísimo día que salió, terminó improvisando una inesperada lluvia de verano. Desde aquí felicitar a la coordinación del restaurante por su rápida actuación.







Sin duda alguna, Andrea y Dani demostraron junto a las cámaras de Kiwo Estudio Creativo, que un día tan bonito como ese, ningún imprevisto puede llegar a estropearlo. Ojalá todo el mundo tenga la oportunidad de vivir una boda como esta, en la que los novios no dejaron ni un segundo de sonreír.


Una y otra vez, volvería a vivir una verbena así.
#ponunaverbenaentuvida



1 comentario:

  1. espectacular un saludo guapa nos vemos en

    myfashionworldandres.blogspot.com.es

    nuevo post-!!

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