Esta será una de las bodas más especiales que podremos publicar en
Del Verbo Invitar. Andrea es una de nuestras amigas, la conocemos muy pero que
muy bien y sabemos lo feliz que fue el día de su boda, su esperada verbena y su
deseado 13J.
Conoció a Dani hace 4 años, unos meses antes de marcharse a
terminar sus estudios en Milán. Sus amigas todavía recuerdan la conversación en
la que afirmaba que estaba segura de que él era el hombre de su vida. “Me
casaré en el 2015, el 13 de junio, y tendré un Bulldog francés que se llame
Gumersindo, Gumer para los amigos”, decía. A día de hoy, podemos confirmar que
todos sus sueños, se han hecho realidad.
Andrea y Dani se casaron el pasado 13 de junio, en la Concatedral
San Nicolás de Bari, en Alicante. Desde el primer momento apostó por un vestido
confeccionado a medida. No quería grandes firmas, por lo que recorrió toda la
ciudad buscando las personas que pudieran plasmar en él su personalidad. Es indecisa
y cada vez que la imaginamos en el taller de los Hermanos Santon, no podíamos evitar la risa de estar seguras de que
había hecho alguna nueva modificación. Adora el plumeti, en todas sus
versiones, por lo que para ese día eligió un vestido elaborado con gasa de
seda, plumeti y encaje. Llevaba un tocado personalizado en plata vieja de Tocados Le Touquet junto a un sencillo
velo de tul de seda, con admirable caída.
Se vistió en casa de sus padres, quiénes también derrochaban pura
elegancia. Su padre, dedicado a la sastrería masculina, llevaba un chaqué hecho
a medida, elaborado por uno de sus compañeros, con chaleco cruzado y camisa
personalizada. Mientras su madre eligió un original vestido con abrigo, de la
firma alicantina No Te Nom.
Tanto del ramo como de la decoración, se encargó Chitina, a quién Andrea le dio libertad
absoluta para que decorara todos los rincones de su boda que pudiera imaginar.
Por su parte, Dani llegó hasta al altar vestido con uniforme de
gala, arropado por todos sus compañeros, quiénes más tarde realizaron el
impresionante pasillo de sables, obedeciendo las órdenes de un mando superior.
Para hacer del día un recuerdo inolvidable, celebraron el convite
posterior en el campo de golf de uno de sus amigos: El Plantío Golf Resort, un espacio único rodeado de naturaleza. Con
restaurante propio, pudieron disfrutar de un largo cóctel y una entretenida
cena, cambiando los planes hasta el último momento, ya que a pesar del
buenísimo día que salió, terminó improvisando una inesperada lluvia de verano.
Desde aquí felicitar a la coordinación del restaurante por su rápida actuación.
Sin duda alguna, Andrea y Dani demostraron junto a las cámaras de Kiwo Estudio Creativo, que un día tan
bonito como ese, ningún imprevisto puede llegar a estropearlo. Ojalá todo el mundo tenga la oportunidad de vivir una boda como esta, en la que los novios no dejaron ni un segundo de sonreír.
Una y otra vez, volvería a vivir una verbena así.
#ponunaverbenaentuvida
espectacular un saludo guapa nos vemos en
ResponderEliminarmyfashionworldandres.blogspot.com.es
nuevo post-!!