sábado, 17 de octubre de 2015

La boda de María y Kike.

Ellos son una pareja de las que da gusto conocer… Sí, de esas que todo el mundo en su vida, por lo menos una, tendría que tener. Se conocieron hace muchos años, tantos como los que llevan juntos, mientras estudiaban en el colegio, dónde posteriormente se casaron en la Capilla de este.

Fue hace cuatro meses, junio de 2015, cuándo María y Kike se dieron el Sí Quiero, delante de toda la gente que había sido testigo de su relación. Después de probarse infinidad de vestidos, María acudió con las ideas muy claras al diseñador alicantino Rubén Hernández, quién consiguió fusionar la imagen del vestido que ella había creado en su mente.

Plumeti y tul de seda, eran los elementos que lo formaban. El cuerpo con favorecedor escote en V delantero y trasero, estaba adornado con detalles en encaje de algodón que perfilaban su cintura y espalda, junto a flores de azahar, hechas de cera, que posaban en los hombros y en la parte trasera, recogiendo de una forma muy original el larguísimo velo.



Se vistió en casa de sus padres, arropada por sus hermanas y sobrinas, quiénes más tarde entrarían con ella hasta al altar y que lucían un dulce vestido con falda de tul de Teresa y Leticia. La ceremonia se celebró en la Capilla del Colegio Sagrado Corazón HH. Maristas de Alicante, toda ella decorada por una de sus amigas, Chitina, de la que leeréis muchas cosas bonitas, ya que en Del Verbo Invitar la queremos muchísimo. El ramo de María, de estilo silvestre, y el tocado que lució una vez quitado el velo, también fue creación de ella. Flechazo total, ¿verdad?

Destacar el precioso anillo que llevaba, una pieza exclusiva por tratarse de una antigüedad Art Dèco con diseño ovalado en oro amarillo y diamantes.

Por su parte, el novio, acorde con su espíritu deportivo y juvenil, lució un favorecedor y actual traje negro de lana fría, chaleco beig y corbata azul marino con topitos, de la casa Alexander Hoffmann. Como detalle final, llevaba unos clásicos gemelos en acero y un elegante  reloj Tissot.









Olvidados ya los nervios, siguieron el convite en una de las fincas que más ha despuntado en el último año en Alicante: Finca María Ana. Presidida por un antiguo caserón del S. XIX, típico de la burguesía solariega alicantina y gobernado por unos impresionantes jardines, una amplia variedad de plantas, estanques y fuentes, que hacen del entorno un lugar ideal para celebrar cualquier tipo de evento. Del exquisito catering se encargó Dalúa, demostrando una vez más el éxito y profesionalidad con la que realizan cada uno de sus platos y postres.

Como no podían ser otros, Kiwo Estudio Creativo han sido los artistazos del reportaje fotográfico, apoyados por sus inseparables compañeros de Mymod Photography, quienes han publicado el tráiler de esta boda tan bonita y que os animamos a que veáis en su perfil de Facebook. ¡No tiene desperdicio!





María, Kike, gracias por darnos la oportunidad de recordar el bonito día que vivisteis.
¡Seguid siendo así de felices!


No hay comentarios:

Publicar un comentario